BLANQUIE ORTEGO
PRESENTACIÓN:
Crecer / construir
Cuanto más veo las pinturas de Blanquie Ortego más resuena en mi cerebro (no olvidemos que la visión y la percepción están literalmente y funcionalmente ligadas –conectadas- a nuestra materia gris) los conceptos de crecimiento, de desarrollo, de construcción.
Crecimiento como proceso vital, prefijado por las leyes de la naturaleza, programado en el código genético de cada individuo de las más diferentes especies. Construcción como proceso humano, planificado por la mente racional, muchas veces en contra de la física, de la materia, de la propia naturaleza de la que –supuesta e inevitablemente- formamos parte.
Esa oposición entre Naturaleza y construcción va más allá de posibles dobles lecturas e interpretaciones de la representación –de los elementos figurativos- que B. Ortego utiliza y retoma con inusual persistencia. Dicho en otras palabras, más acá de que pueda ver en sus cuadros, ora fantásticas ciudades sumergidas, ora surreales floras petrificadas, no dejo de ver una serie de recursos de distinto orden que sostienen, mediante una sólida estructura invisible, esa metáfora visual sobre el crecimiento que se sitúa –desde mi modesto y particular punto de vista- en la base misma de su poética.
Entre todos ellos, destacaría sólo dos: la repetición y el movimiento. Ambos inciden en esa ambivalencia espacio-temporal inherente al crecimiento.
La repetición de módulos decrecientes, de redes envolventes, de series que tienen una clara continuidad en esa dimensión espacial (bidimensional y representativa).
El movimiento inducido por el uso del color –saturado siempre, electrizante otras veces, jugando puntualmente con los brillos, los reflejos, los destellos-, por la composición en la que las superposiciones –traslapos- constantes y la descentralización, no dan tregua al reposo visual, al sosiego, al equilibrio estático.
De hecho, el espacio pictórico que se nos abre ante los ojos resulta fascinante en su indefinición. Figuras concretas y tramas espaciales se funden sin confundirse entre bóvedas imaginarias, lucernarios imposibles y burbujas extra-terrestres. La imaginación se construye sobre la superficie de la tela mientras la realidad crece sólidamente fugaz en estos sueños pintados con la naturalidad esforzada y convincente de la intención irrenunciable del artista.
Juan Bta. Peiró
Texto presentación de la exposición Art Aldaia.